¿Conoces las propiedades de los quesos? Cierto es que no se necesita una excusa para disfrutar de estos manjares, pero si somos conscientes de que, al hacerlo, estamos llenando nuestro organismo de estupendos nutrientes, la experiencia es incluso mejor. A continuación vamos a explicarte por qué consumir queso puede ser una forma más de autocuidado.

Los excelentes aportes nutricionales de los quesos

Este popular alimento comparte con la leche muchas de sus características nutricionales. Pero en este caso debes tener en cuenta que su composición nutricional se ve afectada por la cantidad de agua utilizada en la elaboración. Es decir, que cuanto menor sea el contenido en líquido del producto, mayor será la concentración de los nutrientes.

Calcio

El calcio es uno de los minerales indispensables en nuestro organismo. Seguro que eres consciente de su importante función en el mantenimiento y desarrollo de los huesos y dientes. Pero, ¿sabías que también cumple con un papel esencial en el correcto funcionamiento de nuestro sistema nervioso y muscular?

Vitaminas

El queso también es rico en una gran cantidad de vitaminas. En concreto posee vitaminas A y D, que se encargan de ayudar al cuerpo a absorber el calcio y hacen que huesos y dientes estén saludables. Además, posee varias vitaminas del grupo B:

  • B1 (tiamina): facilita que las células conviertan los carbohidratos en energía, y también ayuda a la conducción de las señales nerviosas.
  • B2 (riboflavina): favorece la producción de glóbulos rojos, ayuda sl crecimiento y a la liberación de la energía de las proteínas.
  • B9 (ácido fólico): se ocupa de crear células nuevas. Aunque es necesario en todas las personas, tiene una especial relevancia en las mujeres en edad fértil. Resulta esencial antes y durante el embarazo, para prevenir posibles defectos en el cerebro y columna del bebé.
  • B12: resulta esencial para metabolizar las proteínas. También estimula la formación de los glóbulos rojos, y contribuye al mantenimiento del sistema nervioso central. Unos niveles bajos de vitamina B12 pueden causar debilidad, anemia e incluso pérdida del equilibrio.

Proteínas

El queso también es una gran fuente de proteínas, incluso más que la leche. Estas son nutrientes indispensables que ayudan en la formación, reparación y mantenimiento de todos los tejidos que conforman el cuerpo.

¿Y qué pasa con las propiedades de los quesos de oveja?

El queso de oveja no se queda atrás en esto de ser saludable. De hecho, resulta incluso más beneficioso que el elaborado con leche de vaca. Entre las propiedades del queso de oveja podemos destacar el hecho de que resulta más graso que el resto; gracias a eso, es más digestivo. En este aspecto es importante señalar también su alto contenido en grasas saturadas, poliinsaturadas y monoinsaturadas, como es el caso del ácido linoleico y el omega 3. Así pues, se trata de un alimento que aporta muchísima energía.

Pero también presenta un importante aporte proteico: se estima que de cada 100 gramos, 26 son pura proteína. Estos quesos presentan una gran cantidad de calcio y contienen magnesio, fósforo y zinc, excelentes para prevenir enfermedades como la osteoporosis. Y, por último, el queso de oveja contiene menos lactosa que el de vaca, por lo que se trata de un alimento mucho más digerible.

Si todavía no te habías rendido ante este manjar ovino, te invitamos a probarlo. Comprobarás que en el mercado tienes a tu disposición multitud de opciones para hacerlo, desde ejemplares añejos o muy curados a otros muchos más suaves y untuosos, como ocurre con las famosas Tortas del Casar. Quizá este último sea el queso de oveja más popular de nuestro país, y podemos decir que su fama está completamente justificada. Además, en caso de que seas celíaco debes saber que, a diferencia de otros, este tipo de producto lácteo está completamente libre de gluten, por lo que no tendrás que renunciar a él.

El queso, indispensable en una alimentación saludable

Según la mayoría de guías, tanto nacionales como internacionales, lo óptimo para niños y adultos es consumir entre 2 y 3 raciones de lácteos al día. En el caso de colectivos que presenten necesidades especiales, como deportistas, ancianos, embarazadas o mujeres en periodo de lactancia, esta cantidad se eleva a entre 3 y 4. Esto supone unos 30 gramos de quesos curados y semicurados, o unos 60 gramos en el caso de los más frescos.

Además, los productos con los que se suele acompañar a los quesos son también excelentes para nuestro organismo. Hablamos de frutas deshidratadas, uvas, aceitunas, frutos secos e incluso el vino, que consumido de forma moderada también presenta interesantes propiedades y contribuye a la salud cardiovascular.

Ahora que eres más consciente de las grandes propiedades de los quesos, solo tienes que empezar a consumirlos en la cantidad adecuada para disfrutar de todos sus beneficios. ¿Quién dijo que mantenerse saludable no puede ser un placer?