Consejos para la Conservación de un buen Jamón Ibérico:

  • El jamón se debe guardar bien tapado en un lugar fresco y oscuro.  
  • Una vez cortado hay que consumirlo al momento o envolverse en un papel parafinado o film  transparente, para evitar el contacto con el aire y que no se reseque. Es recomendable cortar sólo lo que se va a consumir. 
  • Al terminar el corte, hay que proteger la zona con algunos de los trozos mas gruesos de tocino y corteza, que se sacaron al pelar el jamón, de forma que el corte superficial se mantenga siempre fresca.  
  • También se recomienda cubrir el jamón con un trapo de cocina limpio.  
  • Lo deberemos guardar en un lugar fresco y oscuro, que no sea excesivamente frío. Se recomienda que al cortarlo la temperatura ambiente sea entre los 20 y los 25º.  

Consejos para la Consumición de un Jamón Ibérico:

  • Hay que procurar cortar las lonchas finas, de tamaño perfecto para entren directamente en la boca y con algo de grasa intramuscular para hacerlas más jugosas.  
  • El cuchillo ha de estar bien afilado, de manera que con él todo cuidado es poco. El jamonero debe ser sólido para que no se mueva al cortar.
  • La grasa del jamón puro de bellota de máxima calidad, su grasa tiene las mismas propiedades que el aceite de oliva.
  • Además de su incomparable sabor, las propiedades nutritivas del jamón ibérico de bellota son un fantástico complemento para una dieta sana y equilibrada, como ya hemos puesto en otra publicación está demostrado que el jamón ibérico de bellota ayuda a reducir los niveles de colesterol.
  • Un jamón no debe comerse recién salido de la bodega. Es preciso que se atempere durante un par de días, hasta que alcance una temperatura interior próxima a los 23, 25º C. Para cortarlo se debe esperar hasta el último momento para que no se reseque y disfrutar así de su olor y sobre todo de todo su sabor.