Propiedades para la Salud del Jamón Ibérico

El consumo de hierbas y bellotas en la montanera por parte del cerdo ibérico, unido al ejercicio que desarrolla para encontrar dicho alimento recorriendo la dehesa, dotan a su carne de unas características únicas y saludables.
El jamón ibérico es un producto 100% natural y forma parte fundamental en la dieta mediterránea. Su elevada concentración en ácidos grasos monosaturados favorece el colesterol bueno (HDL) y reduce el colesterol malo (LDL).
A diferencia de los cerdos blancos criados en cebaderos, el jamón del cerdo ibérico posee componentes beneficiosos y saludables para el organismo: proteínas de alta calidad y digestibles; la mitad de su grasa procede del ácido oleico (omega 9), beneficioso para contrarrestar enfermedades cardiovasculares. Siendo su carne rica en vitaminas y minerales.
Vitaminas que contiene un jamón ibérico
- Vitamina A: favorece la buena visión (retinol) y el crecimiento además de ser antioxidante previniendo el envejecimiento y el cáncer.
- Vitaminas del Grupo B: B1, B2, B6, B12, niacina (B3) y ácido fólico (B9) beneficiosa para el sistema nervioso y el funcionamiento del cerebro.
- Vitamina D: favorece el crecimiento y el remodelado óseo.
- Vitamina E: es un poderoso antioxidante.
Minerales que contiene un jamón ibérico
- Zinc (Zn) para el crecimiento junto con el Hierro (Fe) para la inmunidad y resistencia física, ambos beneficiosos para deportistas, niños y personas con anemia; y es anti-estresante
- Calcio (Ca) y Fósforo (P) para huesos y dientes
- Potasio (K): regula la excitación del corazón
- Magnesio (Mg): sistema nervioso, anti-estrés y anti-depresión
- Cobre (Cu): esencial para los huesos y cartílagos
- Selenio (Se): antioxidante
El jamón ibérico criado en montanera es uno de los alimentos más saludables y complemento idóneo para una dieta sana y equilibrada.
El aporte calórico es aproximadamente unas 250kcal/100g, dependiendo de la bellota que haya comido el animal en montanera, siendo inferior a otros productos como los patés, bollería, quesos, etc.; por lo que lo podemos incluir en una dieta hipocalórica.